jueves, 10 de junio de 2010

LEY 30 DE 1992

Con la promulgación de la Ley 30 de 1992 la Educación Superior en Colombia tomo un rumbo diferente al que hasta ese momento llevaba. El concepto de calidad y el de vigilancia se hacen presentes en este contexto. Seguido de esto aparece (aunque desde mucho antes a nivel mundial, 1965, se estaba hablando de ello) el concepto de “competencias” como un fin y una medida de la calidad y organización académica de la educación. Sin embargo, el término de “competencias” tiene dos claras y diferentes interpretaciones: el de capacitar para el desempeño de una ocupación (competencias laborales, saber-hacer en contexto) y el formar integralmente seres con compromiso social, propiciadores de transformaciones sociales, científicas y culturales en un entorno definido.

He aquí el dilema, por cual de ellas decidir? La Educación Superior Colombiana decidió por la primera. Grave problema porque con la globalización el cambio mundial va hacia la producción de conocimiento (creación, innovación, ideas) más que de materias primas para ser transformadas en otros países. Paralelo al proceso de debilitamiento de los bienes y recursos naturales se ha vivido el creciente peso adquirido por los procesos intelectuales. Las ideas se valorizan e incorporan valor a los bienes y servicios, llegando en muchos casos a tener un peso mayor la propiedad intelectual que las partes materiales de un objeto o artículo.

Ante esta realidad mundial, la Educación Superior Colombiana debe virar hacia la preparación de profesionales competitivos, capaces de innovar, crear, modificar para mejor, productos y servicios que impacten a nivel mundial, y dejar de producir profesionales que desempeñen pasivamente una ocupación determinada dentro de una disciplina. Esto se puede lograr mediante el desarrollo en los estudiantes del pensamiento creativo o pensamiento inventivo, del cual ya se tienen amplios estudios con resultados conocidos.

LA EDUCACIÓN SUPERIOR EN COLOMBIA

Algunos apartes de la ley que reglamenta la Educación Superior en Colombia, importantes al momento de tratar el tema de la creatividad son los siguientes:
Artículo 1°: La Educación Superior es un proceso permanente que posibilita el desarrollo de las potencialidades del ser humano de una manera integral, se realiza con posterioridad a la educación media o secundaria y tiene por objeto el pleno desarrollo de los alumnos y su formación académica o profesional.

Artículo 6°: b) Trabajar con la creación, el desarrollo y la transmisión del conocimiento en todas sus formas y expresiones y, promover su utilización en todos los campos para solucionar las necesidades del país.

Artículo 9°: Los programas de pregrado preparan para el desempeño de una ocupación, para el ejercicio de una profesión o disciplina determinada, de naturaleza tecnológica o científica, o en el área de las humanidades, las artes y la filosofía.

Si analizamos estamos tres artículos podemos apreciar el resumen de la discusión de la problemática de la Educación Superior Colombiana: Desarrollo de potencialidades, pleno desarrollo y creación de conocimiento frente a preparación para el desempeño de una ocupación. La realidad en la cual navega la Educación Superior en Colombia es la segunda.

Las instituciones de Educación Superior se debaten en un dilema continúo: fueron establecidas para el “desarrollo de las ciencias”, para formar hombres y mujeres de pensamiento, capaces de empujar las fronteras del saber en una determinada área o disciplina; pero de facto se les exige capacitar profesionales para segmentos específicos del mercado y hacerlo con espíritu de equidad, sin discriminación alguna. Dos dinámicas, dos horizontes opuestos en su fin y cuya convergencia conduce a las instituciones, en su acción diaria, a no pocas contradicciones.

Según plantea Fabio Jurado Valencia, el concepto de competencia es hoy muy ambiguo y sus sentidos se escriben en dos grandes dimensiones, que determinan visiones políticas sobre la educación:

1) La competencia asociada con la educación para la eficacia y las demandas del mercado, en donde el saber-hacer que se reclama debe entronizarse con la tendencia de la economía mundial hacia la globalización y los modelos neoliberales. En este marco axiológico, la institución educativa no prepara para la vida sino que ofrece unos componentes cognitivos mínimos para ser eficientes en un determinado rol; la reificación del hombre, como lo llamaba Marcuse, es insalvable en esta perspectiva.

2) La competencia asociada con la educación integral y la formación de sujetos críticos, en donde el saber-hacer que se invoca ha de vincularse con los contextos socio-culturales y el sentido ético-humanístico en las decisiones sobre los usos del conocimiento y la cualificación de las condiciones de vida y de participación democrática de las comunidades. En este segundo ámbito semántico del término competencia, el acento lo constituye el sentido crítico y la flexibilidad de lo que la escuela propone como aprendizaje fundamental en la formación de los ciudadanos para tejer comunidad. Frente a la reificación humana se propende por sujetos competentes en el razonamiento argumentado y en acciones que involucran siempre la presencia del otro.

GLOBALIZACIÓN? O MUNDIALIZACIÓN?

El diccionario de la Lengua Española la define como “Tendencia de los mercados y de las empresas a extenderse, alcanzando una dimensión mundial que sobrepasa las fronteras nacionales”.

La economía y la vida se hacen cada día más globales. Se transnacionalizan crecientemente los procesos de producción. Los bienes –antiguamente “hechos en un país”- se diseñan en uno, se ensamblan en otro y adquieren sus microcomponentes en varios más. Sus capitales provienen de una variedad de países, lo mismo que los materiales con los que están hechos, las tecnologías y los procesos de producción.

Las actividades económicas superan los límites del tiempo y del espacio y debido a ello pierden territoriedad acrecentando la movilidad de los factores; éstos se desplazan de ramas, sectores y regiones, permitiendo que el capital escoja el lugar adecuado para realizar el proceso de producción.

La globalización es un fenómeno que reorganiza la vida económica mundial y en la cual América Latina tiene poca participación. Su participación en el mercado mundial de mercancías ha bajado significativamente en las últimas dos décadas al venir de un nivel cercano al 8% y alcanzar en la actualidad un bajísimo 3.6%. Esto ocurre porque sus economías siguen girando en torno a productos y actividades que claramente están en declive en la fase actual del capitalismo.

Aunque el nivel de transnacionalización en Latinoamérica es aún muy débil, ha avanzado el proceso en especial en el cono sur y en Centroamérica. Se unifica la política aduanera, se desregula la actividad económica y se incrementan los acuerdos económicos regionales.

La globalización presenta varias características, dentro de las cuales podemos mencionar principalmente las siguientes: 1) La creciente centralización de la estructura financiera, 2) La creciente importancia de la estructura del conocimiento o sistemas de habilidades técnicas, 3) La transnacionalización de la tecnología, aunada a la gran rapidez con que se presenta la redundancia de ciertos segmentos tecnológicos, 4) El surgimiento de oligopolios globales, 5) La emergencia de una diplomacia económica transnacional y la globalización del poder estatal, paralelos a la globalización de la producción, el conocimiento y las finanzas, 6) El surgimiento de flujos culturales globales y símbolos, significados e identidades “desterritorializados”, relacionados con la comunicación global y la migración internacional, y 7) La emergencia de nuevas geografías globales, como resultado de los procesos mencionados.

El presidente del Banco Iberoamericano para el Desarrollo (BID), Enrique Iglesias, hace la siguiente cita, muy diciente para el contexto latino de la globalización: “Globalización viene de globo, y globo tiene un sentido geométrico, físico. Hablamos de globalización porque en inglés no existe la palabra mundialización. Pero para los que partimos de una terminología de origen latino, la mundialización es una cosa distinta. Nosotros no decimos que Colón descubrió el otro globo, sino el otro mundo. Cuando la gente se muere, no se va al otro globo, sino al otro mundo. ¿Por qué hay esa distinción en los idiomas latinos? Porque para nosotros el globo es una cosa física, mientras que el mundo es una cosa humana, tiene gentes, familias, naciones” (Castillo Perasa, Mejico)

LA GLOBALIZACIÓN Y EL NEOLIBERALISMO

Hay que llamar la atención sobre la equivocada y casi generalizada identificación entre los conceptos de globalización y neoliberalismo, por parte de la mayoría de los ensayistas.

La globalización es una realidad económica generada fundamentalmente por transformaciones técnicas y tecnológicas asociadas a la revolución de las telecomunicaciones, la fibra óptica y el computador. Gracias a ello, se supera la territorialidad de los procesos de producción en la economía; se globalizan los intercambios de conocimientos, ciencia y arte, a nivel cultural, y en muchísimo menor medida, se internacionalizan los procesos legislativos y judiciales, a nivel mundial.

Por el contrario, el neoliberalismo es la concepción política y económica, que supone que la actividad económica debe dejarse plenamente en manos del mercado, para así, supuestamente, lograr la optimización del crecimiento económico. Debido a ello, presupone que cualquier intervención estatal obstaculiza la tendencia al crecimiento económico.


LA REALIDAD MUNDIAL Y EL RETO

La nueva realidad económica demanda menos materias primas y más conocimientos e ideas. El producto típico de los años 20s, el automóvil, tiene un contenido de materias primas de casi el 60%, mientras que el producto típico de los años 80s, los semiconductores, tienen un componente de materias primas cercanos al 1%.

Paralelo al proceso de debilitamiento de los bienes y recursos naturales se ha vivido el creciente peso adquirido por los procesos intelectuales. Las ideas se valorizan e incorporan valor a los bienes y servicios. Según cálculos de la ONU el 80% del precio de un automotor y el 90% de lo que cuesta un computador, son regalías, costos de diseño y pago por los componentes intelectuales (ONU, 1999). Hoy en día, las exportaciones de servicios y de propiedad intelectual igualan en importancia a las exportaciones de electrónica y automóviles juntos (Toffler, 1994).

Pero el cambio más grande que estamos viviendo en la actualidad, lo constituye la preponderancia que el conocimiento ha adquirido.

Hoy en día es significativa y creciente la valorización del pensamiento y la creatividad y la conversión de éstos en factores de la producción contemporánea. El valor está dado crecientemente por el componente de conocimiento y de ideas involucradas en los productos, y no por su cantidad de materias primas incorporadas o por la mano de obra de rutina utilizada. El conocimiento se convierte en la mercancía de mayor circulación en el mundo

¡CREATIVIDAD! LA CLAVE

La creatividad se ha considerado desde muchos puntos de vista, desde una concepción de orden empírico-familiar hasta la científica. El surgimiento de la creatividad ha sido vinculado con diferentes representaciones que han determinado el tipo de producto que genera, el ámbito que abarca y la definición que se da. Se le ha asociado con descubrimiento o acto de creación; con revelación o inspiración; con el progreso científico en la investigación, y con desarrollo tecnológico basado en una concepción más elaborada, construida sobre una referencia económica y relacionada con la capacidad personal de generar productos de utilidad social; asimismo, se ha considerado como producto del individuo y de sus circunstancias y en otro como producto de la capacitación y de la estimulación adecuado.

Desde otro ángulo, el estudio de trabajos teóricos y experimentales revela que la creatividad también ha sido considerada, para definición y mediación, como característica personal, producto y proceso del pensamiento. Los que están a favor del primer enfoque se ocupan de describir o de destacar rasgos de la creatividad que dependen de la manera como ésta se manifiesta en la persona o del nivel de abstracción o de elaboración que necesita el sujeto para manifestarla; el estudio de la creatividad como producto se ha centrado en la búsqueda de criterios y maneras de evaluar la calidad y el valor de una obra de arte, un descubrimiento, una invención, etc. Finalmente, los que han analizado la creatividad en términos de proceso han tratado de definir pasos o etapas del fenómeno o acto creativo.

Diferentes autores han hecho aproximaciones al concepto de creatividad, algunos de ellos son los siguientes:

Para Torrence (1962) la creatividad es un proceso de percibir problemas o lagunas en la información, formular ideas o hipótesis, verificar estas hipótesis, modificarlos y comunicar sus resultados .

Jones (1972) considera que la creatividad incluye una combinación de flexibilidad, originalidad y sensibilidad hacia las ideas, que permite al sujeto apartarse de un orden o arreglo usual del pensamiento para generar nuevos arreglos cuyos resultados produzcan satisfacción personal y posibilidades para el otro.

Callahan (1978) relaciona la creatividad con ciertos rasgos de la personalidad, tales como apertura, lugar de evaluación interna, habilidad para jugar con ideas, disposición para tomar riesgos, preferencia por la complejidad, tolerancia por la ambigüedad, autoimagen positiva, compromiso con la tarea, etc.

Perkins (1981) considera que existe una paradoja en las definiciones de creatividad, si pensamiento creativo es una cosa u otra, qué tiene eso de creativo? Considera que lo esencial no es lo que se piensa, sino el propósito, es decir, lo que organiza los diversos medios de la mente para fines creativos.

Antes que hacer un análisis de las definiciones de creatividad es más conveniente describir los procesos y las características observadas en las personas creativas y de cómo estimularla en la educación superior.

ENSEÑANZA DE LA CREATIVIDAD

Varios Autores se refieren a métodos y técnicas que estimulan el pensamiento creativo tanto individual como grupal. Entre estas técnicas hay dos tipos descritas por Rouquette. El primer tipo, centrado en el objeto, lo ilustra con el método de los atributos de Crawford (1977), que consiste en mejorar objetos mediante una exploración exhaustiva de sus características y con el método morfológico de Zwicky, “de exploración sistemática”, en que se aíslan los componentes materiales y/o funcionales del objeto y luego se intenta buscar las posibles maneras de lograr y evaluar cada componente.

El segundo tipo de técnica, centrado en el sujeto, se refiere a la organización de grupos para estimular el pensamiento creativo. Pueden considerarse como métodos psicosociales y entre los más difundidos están el torbellino de ideas de Osborn (1955) y la Sinética de Gordón (1961).

De Bono asocia la creatividad con el pensamiento lateral y considera que es necesario ampliar la visión acerca de los problemas y enriquecer el uso de la información antes de pensar de manera vertical. La base de este método consiste en introducir entradas fortuitas como elementos activadores del pensamiento, que producen un “cambio de penetración” y que proporcionan alternativas distintas y originales.

Perkins asocia la enseñanza de la creatividad con el pensamiento inventivo y utiliza el diseño como concepto puente y como herramienta para lograr sus objetivos. Sugiere el uso de estrategias que orienten rigurosamente al docente y al estudiante en el trabajo y propone un enfoque que integra diseño, secuencia de contenidos y procesos apropiados, para desarrollar conductas y actitudes basadas en los principios de la creatividad.

La secuencia considera dos niveles de abstracción. En el primero trabaja con situaciones concretas y comunes y en el segundo con situaciones abstractas: los procedimientos como diseños. En ambos casos los temas se presentan en el siguiente orden: análisis y evaluación de diseños y familias de diseños, introducción de cambios en los diseños e invención de diseños.

Perkins incluye como último tema de cada nivel la invención y afirma que para tratar con la inventiva se necesita que el estudiante tenga un método para explorar y comprender la situación o el objeto con el cual intenta trabajar. De igual manera las familias de diseños permiten generalizar y los diseños de procedimiento facilitan el logro de los niveles de abstracción deseados.

El ambiente de aprendizaje juega un papel importante en el caso del desarrollo de la creatividad, donde el control de ciertas variables del entorno físico y psicológico determina en gran medida la liberación de la mente del estudiante y su nivel de productividad.

La motivación es un factor influyente en la voluntad del estudiante para lograr determinado propósito. Este aspecto tiene relación con la actitud y habilidad del docente para lograr despertar interés por la tarea y con el estudiante, que es quien debe intervenir y manifestar su participación activa. En la educación convencional se usa el elogio, el reconocimiento, las notas, entre otros, como medios de estimulación, en este caso parece ser que son más importantes los motivos internos.

En general, el gran dilema en América Latina es que se debe construir una nueva cosmovisión de la educación, no solo aumentando cuantitativamente las oportunidades ni cualificando los procesos pedagógicos. Debemos pensar en una educación menos frágil al avance tecnológico, que permita una auténtica democratización de la sociedad con valores e ideales intelectuales, políticos y culturales más sólidos.

CONCLUSIÓN

Latinoamérica con pocas excepciones, y en especial Colombia no pueden seguir pensando enfrentarse eficazmente a un proceso de globalización, y dentro de está el neoliberalismo (con sus tratados comerciales binacionales o multinacionales entre países tan disímiles económica, tecnológica y políticamente), con la producción y comercialización de productos extraídos casi en su totalidad de recursos naturales. Está bien que se siga exportando flores, panelas, cocás, pero no deben ser los productos banderas ante un proceso tan fuerte y competitivo como la globalización.

El producto con el cual debemos competir en el concierto mundial es con el producto que ha adquirido mayor valor en los últimos tiempos, el producto que ha marcado la diferencia entre desarrollo y atraso, este producto es la generación de ideas originales, creaciones, inventos que causen un impacto en todo el orbe, es aquí donde las universidades, sobretodo las de carácter estatal, deben jugar un papel protagónico. La sociedad del conocimiento, realidad mundial, es la meta y es hacia donde el Estado debe dirigir su política educativa.

Pero no solo el Estado, sino la Universidad como ente autónomo debe replantear sus directrices curriculares e implementar dentro de éstas el desarrollo de la inteligencia, del pensamiento creativo, del pensamiento inventivo, para así poder brindar a la sociedad profesionales que no sólo salgan a desempeñar una ocupación, sino que salgan a transformar progresivamente a Colombia.

Quiero compartir el pensamiento de tres colombianos a los que admiro y son reconocidos a nivel internacional, globalizadores o mejor mundializadores de ideas:

“Creemos que las condiciones están dadas como nunca para el cambio social, y que la educación será su órgano maestro” .

Gabriel García Márquez. 1993

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